Stratego – Revista 19.04.18

Stratego – Revista 19.04.18

Cumbre Las Américas y Balanced Scorecard

Hace unos días culminó en Lima la VIII Cumbre de las Américas.

El principal acuerdo de la misma es el  Compromiso de Lima firmado por los representantes de los 34 países asistentes. En el documento emitido se proclama que la prevención y el combate a la corrupción son fundamentales para el fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho de los países de la región.

Consta de 7 grandes pilares:

1. Fortalecimiento de la gobernabilidad democrática.

2. Transparencia, acceso a la información, protección de denunciantes y derechos humanos, incluyendo la libertad de expresión.

3. Financiamiento de organizaciones políticas y campañas electorales.

4. Prevención de la corrupción en obras públicas, contrataciones y compras públicas.

5. Cooperación jurídica internacional; combate al cohecho, al soborno internacional, al crimen organizado y al lavado de activos; y recuperación de activos.

6. Fortalecimiento de los mecanismos interamericanos anticorrupción.

7. Seguimiento e informes.

Sustentando los 7 grandes pilares hay 57 temas, los mismos que se pueden leer en el siguiente enlace:

57 temas acordados.

Considero que el formato actual de presentación de los acuerdos es perfectible. El Balanced Scorecard es la herramienta idónea para presentarlos pues su metodología invita a reorganizar los 7 pilares y los 57 temas, buscando relaciones causa – efecto entre ellos y decidiendo además cuáles quedan en la hoja de ruta estratégica y cuáles pasan a ser iniciativas operativas, sustentando cada uno de los objetivos estratégicos.

Luego de rediseñados los acuerdos en formato BSC, se deberían monitorear visual y periódicamente los avances en la hoja de ruta para saber qué temas se van cumpliendo y cuáles se van convirtiendo en cuellos de botella.

Considero además que cada Cumbre debería empezar revisando en formato BSC los avances de los acuerdos de la anterior  y, sobre  esa base y al culminar el evento, elaborar un nuevo BSC que contenga sus propios acuerdos.

De esta manera intentaríamos lograr una trazabilidad de los objetivos a seguir como región.

Reflexión final: Esta recomendación que intento resumir en pocas líneas es aplicable no sólo a la Cumbre de las Américas sino a cuanto  Congreso público o privado, nacional o internacional, tenga como formato reuniones periódicas en el tiempo.

 

 

 

 

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