Kaplan & Norton publicaron en el 2005 un artículo donde recomendaban la implementación de la Oficina de Gestión Estratégica para que se encargue no sólo del planeamiento de la estrategia sino de la ejecución de la misma.

En Latinoamérica, 14 años después, todavía son muy pocas las entidades que la han implementado con el debido peso organizacional.

Esto es sorprendente porque muchos líderes sí están interesados en implementar su estrategia con el Balanced Scorecard pero al parecer no tanto como para adecuar su organigrama y darle el peso político que necesita el Proyecto para incrementar sus posibilidades de éxito.

Desde aquí recomendamos crear la Oficina mencionada y, si el tamaño de la entidad lo amerita, incluso darle peso gerencial, creando la Gerencia de Gestión Estratégica, Gerencia de Planeamiento Estratégico y Balanced Scorecard, o cualquier nombre similar que exprese claramente que la entidad no sólo se preocupa por el planeamiento de la estrategia sino también por implementar seriamente la misma.

Considero pertinente precisar que este post no intenta vender la idea de que basta con crear una Oficina de Gestión Estratégica para que el cumplimiento de la estrategia fluya naturalmente.

La creación de dicha Oficina es necesaria pero no suficiente.

Debe complementarse con la existencia de un planeamiento estratégico bien elaborado y, además, todo un esfuerzo institucional por hacer cumplir dicho planeamiento: Reuniones periódicas institucionalizadas de revisión de los BSC, un software BSC flexible, una política de incentivos alineados a los objetivos del BSC, contar con un presupuesto alineado a la estrategia, política de sanciones a aquél que manipulara indicadores del BSC, etc.